miércoles, 28 de enero de 2015

Espíritu

Una oscila entre brillanteses y oscuridades:

En Coquimbo perdí la cabeza.
Caminé en silencio, miré todo más nublado que de Costumbre
Iba sin lentes
Iba flotando
Me perdí en sueños surreales sentada en la costanera
Canté con el alma
Lloré
Reí a carcajadas
Comí mariscos psicodélicos que me hicieron alucinar
Vomité un par de feas historias atesoradas en mi corazón
Abrí un lugar cerrado con una llave que había perdido
de la cajita de momentos felices
Recordé que tenía una vida
(porque a veces se me olvida)
Me devolví escuchando nuevos discos
y riendo con mi amigo, el mejor poeta.
Alcancé un estado de sensaciones máximas
¡Qué bonito!, ...  pienso.
¡Qué triste!, ... también pienso.
Y aquí estoy.
Escribiendo para plasmar un viaje.

... y re-pienso...

"no dejemos de viajar juntos"

(Espíritu). 



Sin freno


Mi pecho, por completo
me empuja hacia atrás
hacia el aire denso
que me lleva a otro lugar

Puedo abrir los ojos
con una inmensa facilidad
ver el blanco pavimento
los excéntricos gritos volar


Puedo sentir kilómetros
como una extraña enfermedad

puedo salirme del cuerpo
y volver a respirar

Porque así
lo siento
para no caer
ni desfallecer
en mi lecho
en el inmenso
sentimiento
de no saber

No podré irte a buscar
y calmar tu desespero
pero expongo mi corazón
sin freno
ante ti


.