miércoles, 28 de enero de 2015

Espíritu

Una oscila entre brillanteses y oscuridades:

En Coquimbo perdí la cabeza.
Caminé en silencio, miré todo más nublado que de Costumbre
Iba sin lentes
Iba flotando
Me perdí en sueños surreales sentada en la costanera
Canté con el alma
Lloré
Reí a carcajadas
Comí mariscos psicodélicos que me hicieron alucinar
Vomité un par de feas historias atesoradas en mi corazón
Abrí un lugar cerrado con una llave que había perdido
de la cajita de momentos felices
Recordé que tenía una vida
(porque a veces se me olvida)
Me devolví escuchando nuevos discos
y riendo con mi amigo, el mejor poeta.
Alcancé un estado de sensaciones máximas
¡Qué bonito!, ...  pienso.
¡Qué triste!, ... también pienso.
Y aquí estoy.
Escribiendo para plasmar un viaje.

... y re-pienso...

"no dejemos de viajar juntos"

(Espíritu). 



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